Mi hijo "es muy nervioso", "¡no para quieto!","es muy distraído" "¡es hiperactivo!" son expresiones que muchos padres utilizan para definir a sus hijos. Incluso en el colegio o la guardería, muchos maestros lo refieren: "tu hijo es muy inquieto, pasa constantemente de una cosa a otra, apenas atiende...creo que podría ser hiperactivo" Pero ¿qué hay de cierto en esa afirmación?¿se trata de verdad de un niño hiperactivo o tan solo de un niño bastante movido?
En los últimos años ha proliferado mucho la etiqueta "hiperactivo", tanto que es usada ya no solo en el ámbito clínico, sino de forma indiscriminada por la sociedad para definir a aquellos niños (e incluso a los adultos) cuyo nivel de actividad excede o no se ajusta a nuestras expectativas y/o a la norma social estipulada.
Al no entender lo que ocurre caemos muchas veces en la trampa de intentar definir al hijo o alumno para encuadrar la situación y buscamos una "etiqueta" o "causa" que nos de una falsa tranquilidad. Por este motivo, muchos niños han sido, son y serán medicados y tratados como hiperactivos por entrar en ese perfil de niño inquieto, distraído. Y después nos damos cuenta de que no lo son.
¿Quién puede diagnosticar a mi hijo como hiperactivo?
Lo primero y fundamental que hemos de tener claro es que solamente un especialista es capaz de diagnosticar y contestar con certeza a la pregunta de si nuestro hijo/hija es hiperactivo. Y ahora bien ¿qué profesional es el más indicado para confirmar este diagnóstico? Ya que se trata de un trastorno de conducta de origen neurobiológico, ¡el neuropediatra sin duda alguna! Para llegar a este dictamen el neuropediatra se debe servir de varios datos, entre ellos, una valoración cognitiva realizada al menor. El profesional más indicado, a su vez, para realizar este tipo de valoración es el neuropsicólogo.
Un diagnóstico de hiperactividad va acompañado de un trastorno de atención (TDAH), y muy raras veces se realiza antes de los 7 años de edad del menor.
Algunas diferencias entre niños hiperactivos y niños inquietos....
Cuando se trata de hiperactividad es común que nuestro hijo:
- Presente dificultades para prestar atención. ¡Ojo! pero cuando algo le interesa mucho, sin embargo, es capaz de mantener la atención (por ejemplo, jugar a los videojuegos)
- Se distraiga fácilmente por cosas sin importancia.
- Suela tener problemas de ansiedad.
- Se muestre muy agresivo cuando no consigue lo que quiere.
- Su comportamiento social sea indiscreto.
- Muestre exceso de afectividad.
Cuando no existe patología alguna, es un comportamiento normal, se caracteriza por:
- Comportamiento que se da como consecuencia de descubrir y explorar su entorno.
- Se distrae cuando algo no le motiva lo suficiente.
- Es alegre y tiene vitalidad.
- Es travieso, no implica ser violento.
- Se relaciona bien socialmente, no tiene problemas con sus iguales
- Aunque desobedezca conoce dónde están los límites de conducta .
Si tienes dudas acerca de este tema y necesitas más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de nuestro e-mail mpilargaliano@gmail.com o en el número de teléfono 622374496.
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Pilar Galiano
Psicóloga General Sanitaria
Neuropsicóloga
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